El dolor es una de las formas que el organismo posee para expresar un desequilibrio, cuando una parte del organismo duele es porque hay un trastorno en el funcionamiento.
Las neuralgias generalmente representan el resultado final de un proceso el cual pudo haberse iniciado meses o años antes, tras una irritación del sistema nervioso en cualquier lugar del cuerpo. Generalmente el estrés o un problema emocional, son los desencadenantes de las neuralgias en un sistema sobrecargado por otras irritaciones.
Entre las neuralgias mas frecuentes podemos mencionar la neuralgia del trigémino, la neuralgia del glosofaríngeo, las neuritis similares a tic del quinto par asociadas a tumores u otros procesos patológicos, la cefalea asociada con la neuropatía diabética, las neuralgias herpética y post-herpética del quinto par y de los ganglios de las raíces dorsales cervicales, la neuralgia occipital y el dolor facial atípico.
Neuralgia del trigémino
Es uno de los Pares craneales (V) es el principal nervio sensitivo de la cara y mas grande de la cabeza y se denomina trigémino porque se divide en 3 ramas:
- el nervio oftálmico (V1)
- el nervio maxilar (V2)
- el nervio mandibular (V3)
Rama Oftálmica. Va a inervar las siguientes partes:
- Globo ocular.
- Parte superior de fosas nasales.
- Piel del párpado superior.
- Dorso de la nariz.
- La frente.
- Cuero cabelludo.
Rama Maxilar superior. Da las siguientes ramas:
- Dentaria posterior.
- Dentaria anterior.
- Esfeno palatino.
- Palatino posterior.
Rama Maxilar inferior o Mandibular. Da las siguientes ramas:
- Dentario inferior.
- Lingual.
- Bucal largo o Buccinador.
- Mentoniano.
- De los incisivos Inferiores.
Dolor del nervio trigémino
La neuralgia o dolor del nervio trigémino se presenta generalmente por encima de los 50 años. Es un dolor craneofacial unilateral, más frecuente del lado izquierdo, de alta intensidad, paroxístico, con sensación de ardor facial muy intenso y recurrente, ocurre particularmente en asociación con las denominadas zonas gatillo, las cuales inician el ataque cuando son estimuladas por causas comunes (reir, masticar, hablar, e incluso al tacto o corriente de aire frío). El paciente evita entonces masticar, hablar, cepillarse los dientes, afeitarse o exponerse a una corriente de aire frío, este hecho se constituye en una clave valiosa para el diagnóstico.
El dolor se acompaña de una mueca (tic doloroso), frecuentemente en la distribución del trigémino, segunda y tercera división, solas o en combinación.
La evolución es variable y sigue un ciclo repetitivo que por lo general dura unas cuantas horas, pero puede prolongarse por semanas o meses. El ciclo repetitivo está comprendido por pinchazos de corta duración (aproximádamente 30 segundos), y períodos libres de dolor.
Neuralgia del glosofaríngeo
Es un raro sindrome de dolor craneofacial que se caracteriza por ser un dolor quemante sobre el oído, base de la lengua, fosa amigdaliana, y el área bajo el ángulo de la mandíbula. Ocasionalmente se irradia a otras zonas del rostro. La distribución del área sensorial no es solamente la del glosofaríngeo sino también de las ramas auricular y faríngea del nervio vago. El dolor aparece muy abruptamente y persiste por un minuto, terminando también abruptamente. Frecuentemente se presenta un dolor continuo, profundo sobre el sitio afectado. Los paroxismos de dolor ocurren con una frecuencia de 5 a 30 por día.
Ocasionalmente se presenta ronquera que dura por varios minutos, después de severos dolores. Se presentan 2 a 3 ciclos de dolor al año, que persisten por semanas a meses; casi siempre hay remisiones de meses a años. El dolor es disparado por acciones como masticar, deglutir, hablar y toser así como por movimientos rápidos de la cabeza, bostezar o mover la mandíbula. Puede asociarse con severa bradicardia, hipotensión o asistolia transitoria con síncope o convulsiones.
Tratamiento de la neuralgia
Ocuparse sólo de una estructura sin prestar atención a los elementos que la rodean, a posibles focos irritativos distantes y a la historia de vida de esa persona, conduce al fracaso de cualquier tratamiento. El tratamiento debería estar dirigido a la causa y no a la consecuencia; tanto los calmantes como los sedantes tratan la consecuencia; los medicamentos tapan el problema, no lo resuelven.
La forma de resolver un problema tan complejo debe basarse en la corrección de los problemas locales y distantes, nuevos y viejos, propios de cada persona y ésto sólo puede lograrse con un método diagnóstico y terapéutico que abarque la problemática en su totalidad.
Terapia neural
La medicina de bio-regulación mediante el uso de procaína o lidocaína (terapia neural) es sumamente útil en personas con problemas persistentes, rebeldes a los tratamientos convencionales. La terapia neural emplea procaína o lidocaína diluida como agente regulador que se inyecta localmente. El objetivo de esta terapia es eliminar interferencias -restableciendo el estado eléctrico del tejido enfermo-, borrar la memoria interferente acumulada durante la vida y facilitar el flujo de información y energía necesario para que el organismo funcione armónicamente. Tanto la lidocaína como la procaína son agentes anestésicos locales que en las dosis tan bajas y diluidas que se usan son incapaces de producir anestesia. En esa dilución adquieren el carácter de un fármaco diferente, no anestésico sino regulador. Su toxicidad es prácticamente nula.
El manejo médico de la neuralgia del trigémino y de otras neuralgias craneales se basa en la capacidad de los medicamentos empleados de interrumpir la sumación temporal de los impulsos aferentes que inician el ataque de dolor. La droga de primera elección es la carbamazepina. Otras también pueden ser útiles, incluyendo la fenitoína y el baclofen. El pimozide, un antipsicótico que bloquea los receptores dopaminérgicos, ha sido descrito como superior a la carbamazepina. La aplicación tópica de la capsaícina alivia el dolor en algunos pacientes.
Entre el 25% y el 50% de los pacientes con neuralgia del trigémino podrían requerir una forma de tratamiento neuroquirúrgico. La rizotomía con radiofrecuencia y la rizolisis retrogasseriana percutánea con glicerol son procedimientos que han ganado alta aceptación. Un procedimiento alternativo es la decompresión microvascular de la raíz trigeminal y su variación, la microdecompresión percutánea del ganglio del trigémino.