El dolor facial y bucal es un problema complejo que incluye un gran número de enfermedades y/o desórdenes. La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor orienta el tratamiento según su localización anatómica, es así como el dolor buco facial, los dolores de cabeza y los de columna cervical, se encuentran incluidos dentro de los Dolores de Cabeza y Cuello.
El manejo del dolor buco-facial requiere de un equipo multidisciplinario, conformado por especialistas de la odontología y la medicina.
Para estudiar el dolor buco-facial distinguiremos las secciones:
- Dolores asociados a desórdenes en la articulación temporomandibular
- Bruxismo
- Migrañas
- Neuralgias
Toxina Botulínica tipo A: un nuevo tratamiento para los pacientes con dolor facial y bucal.
Las inyecciones de Toxina Botulínica tipo A en los músculos de masticado alivian y mejoran en un 70% los síntomas relacionados con alteraciones de la ATM, bruxismo y dolores de cabeza.
El beneficio más común en los pacientes con trastornos de la articulación temporomandibular, bruxismo y migrañas es la disminución del número de episodios de apretamiento y de la contracción muscular asociada, y también reduce la intensidad de los mismos ya que produce la relajación de los músculos inyectados, haciendo los episodios dolorosos más llevaderos y ocasionales, disminuyendo notablemente el dolor en la cara y la inflamación de los músculos de masticado (masetero, temporal).
También se evitará la destrucción de los dientes, los sonidos nocturnos -otra de las ventajas es que no tendrá que utilizar férulas para dormir- y algunos pacientes mencionan como un beneficio adicional que su efecto no es permanente: es un tratamiento que dura entre 3 a 4 meses (temporal), y por lo tanto podrá requerir de esta terapia en las etapas de mayor estrés.
El paciente ideal para la aplicación de este procedimiento es el que reúne las siguientes características:
- Buenas condiciones de salud
- Estabilidad emocional y psicológica
- Bien informado acerca de los riesgos y beneficios de la técnica
- Tener expectativas reales
- Edad entre los 18 y 65 años
- Tener un trastorno dentofacial causado por una actividad muscular aumentada
- Comprender la terapia y que no le moleste la posible desaparición de líneas de expresión facial
- Que haya utilizado otras terapias sin éxito
- Entender que es un tratamiento temporal
Lo mencionado es sólo una lista parcial de los criterios que el Dr. Benarroch considerara al momento de recomendarle este procedimiento.